Desde nuestra empresa especializada en la elaboración de jamón ibérico de bellota en Salamanca, aprovechamos el post de hoy para explicarte las diferencias entre el jamón serrano y el ibérico.

En primer lugar, hablaremos de su origen. El jamón curado más conocido como serrano procede del cerdo blanco que se cría en todo el mundo normalmente en régimen extensivo. Su alimentación suele ser a base de alimentos compuestos como el pienso y cereales. En cuanto al proceso de elaboración consta de tres fases; salazón, reposo y secado. El tiempo de curación dura entre 7 y 16 meses, aunque en algunos casos excepcionales puede llegar a los 24 meses.

Por su parte el jamón ibérico proviene de un animal autóctono de la Península Ibérica, el cerdo ibérico, que requiere ser criado en libertad y se alimenta a base de bellotas, plantas aromáticos y ocasionalmente de otros productos naturales. Su elaboración es más dilatada y requieren más fases. El proceso de salazones muy importante pues para obtener una cálida óptima el gusto debe ser dulce. Después se procede a lavar las piezas para eliminar los restos de sal. Se deja secar al aire libre con un riguroso control de la temperatura y para su curación requiere un tiempo que ronda entre los 14 y los 36 meses.

Como expertos en la elaboración de jamón ibérico de bellota en Salamanca te recordamos que dependiendo de la alimentación de los cerdos, el jamón ibérico se puede dividir en cuatro clases; de bellota, de recebo, de cebo y de cebo de campo.

En Jamones Montenuevo elaboramos y curamos nuestros productos siguiendo los controles más estrictos de calidad.