Como expertos en venta de jamones en Salamanca, queremos hablarte de las principales señas de identidad de los productos ibéricos. Así no tendrás dudas para identificar un buen ejemplar.

Respecto a la forma, los jamones ibéricos se caracterizan por ser alargados y estilizados. La caña es fina y acaba en una pezuña de color negra. En la parte exterior, encontramos en un lado el cuero cortado en ‘v’ y en el otro, una capa de grasa con el moho. Si nos fijamos en el tocino, este debe ser reluciente debido a su bajo punto de fusión.

Otra seña característica de los jamones ibéricos son las numerosas vetas blancas de grasa entreveradas. En función del nivel de envejecimiento del producto, este tendrá un color entre el rosa y el púrpura.

Como empresa especializada en venta de jamones en Salamanca, queremos hacer hincapié en la grasa infiltrada de los ibéricos, ya que es uno de sus sellos de calidad. La presencia de estas vetas entreveradas en el músculo se debe a que el animal ha realizado más ejercicio físico. Y esto influye, sin duda, en un mejor sabor y textura. Además, significa que el cerdo ha sido alimentado con bellotas en la dehesa. Estos frutos también aportan un mayor contenido de ácidos grasos monoinsaturados y proteínas de alta calidad, lo que refuerza las propiedades nutricionales.

Para conocer la calidad del jamón ibérico, desde Jamones Montenuevo, S.L. también te recomendamos que te fijes en la raza del cerdo y en su crianza en régimen extensivo. Con este sistema de explotación, los animales campan a sus anchas en busca de las bellotas y los pastos y pueden hacer el ejercicio físico necesario para fortalecer sus músculos.